lunes, 29 de mayo de 2023

La serpiente Sabanera o Tierrera

 

La serpiente Sabanera o Tierrera

La serpiente Sabanera es nativa de la altiplanicie cundiboyacense, es un ofidio que tiene la capacidad de soportar el frío y la altitud de esta región de la cordillera oriental de Colombia, el hecho que habite entre los 2000 y 3300 metros permite entender que esté presente en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santander y Meta. Esta serpiente es un reptil delgado y de una longitud pequeña, gusta de vivir en áreas abiertas, su vida es semisubterránea, vive periodos de tiempo prolongados debajo de la superficie del suelo, aquí encuentra alimento, efectúa excavaciones y se protege de ataques de animales más grandes. La serpiente Sabanera en el dorso puede ser de color negro, café, gris azulado, gris oscuro; en el sector ventral presenta colores amarillo claro, anaranjado, verde limón, con manchas negras. Algunas serpientes enseñan en su piel, desde su cabeza hasta la cola, anillos de colores amarillos y rojizos. Tiene una cabeza pequeña, la cual al no ser prominente no se diferencia de manera notoria del resto de su cuerpo, que es cilíndrico, no voluminoso, sus ojos son pequeños y redondos (véase fotografía No. 1). Estas serpientes pueden llegar a tener una extensión de aproximadamente 40 cms., las hembras poseen un cuerpo de más tamaño que el de los machos. La serpiente Sabanera o Tierrera no es agresiva, no es venenosa, no muerde, su comportamiento es tranquilo y repta lentamente, suele evadir a los seres humanos. La serpiente Sabanera es de la familia Colubridae, subfamilia Dipsadinae, género Atractus, especie Atractus crassicaudatus, clase Reptilia, orden Squamata y suborden Serpentes, infraorden Alethinophidia.

La serpiente Sabanera se halla en áreas abiertas, en terrenos con una humedad relativa alta. Gustan de los suelos humíferos, en los cuales se pueden introducir con facilidad, excavar la tierra y establecer allí su morada, también buscan ocultarse y morar bajo ramas y troncos de árboles caídos, incluso debajo de piedras medianas y grandes. Dado que su cabeza es muy pequeña, su cuerpo cilíndrico y delgado, puede desplazarse con facilidad y meterse en el interior de la tierra (véase fotografía No. 2). En estos suelos húmedos y con materiales orgánicos que se biodegradan la serpiente Sabanera o Tierrera vive entre insectos, raíces y otros animales pequeños. En dicho medio ambiente las hembras ponen sus huevos y las crías nacen transcurridos varios meses, en el otro periodo lluvioso que sucede en el altiplano cundiboyacense, entre octubre y diciembre. En la Sabana de Bogotá se encuentra en áreas verdes conservadas, en bosques, en humedales, en laderas de los ríos, en pastizales, en potreros, en parques, tanto en el sector rural como en el urbano. Suelen vivir en lugares húmedos, próximos a donde el agua fluye como ríos y quebradas o en donde está depositada.

En sus desplazamientos por el suelo estos ofidios se mueven lentamente entre la hierba y la tierra, pueden excavar e introducirse en esta última, al hacerlo la aflojan y airean, esta capacidad que tienen de penetrar en la tierra y de vivir en su interior hace comprensible que la llamen también “Tierrera”. Suele alimentarse de lombrices de tierra, gusanos, moscos, zancudos, arácnidos y otros insectos de dimensiones menores. Cumple un papel ecológico en los ecosistemas que habita dado que controla las poblaciones de varias especies de insectos. Es una serpiente que ha estado muy amenazada de extinción por la violencia que sufre de los seres humanos (quienes creen que son peligrosas y las matan), por la destrucción de su medio ambiente, por ataques de animales como perros, gatos, ratas y aves ofensivas y rapaces. Son animales que llevan siglos viviendo en la altiplanicie cundiboyacense, a pesar que hemos alterado y reducido su hábitat y que han sido menospreciados,  son dignos de respeto y que se les trate con delicadeza. Además, merecen que sean más estudiados y que los conocimientos sobre ellos se difundan entre los habitantes del sector rural y de las ciudades de esta región de la cordillera oriental para que de manera comprensible se respeten y aprecien.

En Bogotá, las serpientes Sabaneras se pueden encontrar en los humedales, en los taludes de quebradas y ríos, en potreros, en parques, en franjas de césped, en pastizales, en las rondas de canales de ríos. No es extraño verlas deslizándose en andenes, senderos y sobre las calzadas de vías, en estos sitios las he visto golpeadas o aplastadas, hecho funesto (véase fotografía No. 3). Les gustan los lugares húmedos porque puede moverse en estos con más facilidad, sus cuerpos resisten el frío, se suelen ver en los periodos lluviosos, por lo general hacia el crepúsculo y en la noche. Cuando el agua lluvia inunda sus moradas excavadas en el suelo se ve forzada a abandonarlas y a buscar un mejor sitio. Es una especie endémica de la altiplanicie cundiboyacense,  pertenece al grupo de las serpientes inofensivas. Las serpientes Sabaneras no son venenosas, no muerden ni atacan a animales de mayor tamaño; al enroscarse en un tallo, en una rama, no lo hacen con fuerza. Cuando perciben amenazas de otro animal sus cuerpos expelen un olor fétido, que previene e induce a apartarse al potencial agresor; también tienen la capacidad de moverse más rápido y escapar. En ocasiones ante el peligro de ser objeto de violencia se aturde y permanece quieta, adopta la apariencia de un tallo sin hojas, caído de un árbol. Los prejuicios, el miedo y la ignorancia inducen a ciertas personas a matarlas cuando las encuentran, lo cual es una acción violenta innecesaria, errada y dañina. Es pertinente y educativo adelantar campañas públicas de conocimiento y respeto de la serpiente Sabanera o Tierrera, de las ranas, sapos, caracoles, cangrejos y otros animales nativos de Bogotá y la Sabana. Esta educación ecológica también compete a las cuadrillas de los trabajadores de las empresas de aseo y del Jardín Botánico de Bogotá que cortan el césped, hacen mantenimiento a los árboles y siembran otros, a los jardineros que prestan sus servicios a diversos predios.

 Los indígenas muiscas, quienes habitaban en la altiplanicie cundiboyacense cuando llegaron los conquistadores españoles en el siglo XVI, apreciaban y respetaban a las serpientes Sabaneras, para ellos era un animal sagrado (recuérdese que Bachué y su hijo emergieron de la  laguna de Iguaque, ubicada en Boyacá, y regresaron ya adultos mayores a esta misma laguna, transformados en serpientes). La figura de la serpiente Sabanera está muy presente en la simbología de los muiscas, para ellos estas serpientes son un ejemplo de sabiduría, y las relacionaban con el agua que consideraban una potencia creadora y fértil. Los muiscas las pintaron en las rocas y en los recipientes de la alfarería que fabricaban, junto a ranas, sapos, peces y corrientes de agua.

Anexo a este escrito un video que una señora efectuó hace más de un mes cuando les hablaba a unas niñas sobre una serpiente Sabanera que habían hallado en un prado cercano al Canal del río San Francisco (denominado por los Muiscas río Vicachá), entre las Carreras 62 y 63 de Bogotá), sin percatarme de su realización Deseo anotar que recuerdo haber visto esta serpiente en otros sitios de la ciudad de Bogotá como en el Parque Metropolitano Simón Bolívar, en el parque de la Biblioteca Pública Virgilio Barco y en los terrenos de la Universidad Nacional de Colombia. En Bogotá la serpiente Sabanera o Tierrera se halla en peligro de extinción por las construcciones diversas que se realizan, la disminución de las áreas verdes, la contaminación y las agresiones de que es objeto; es un reptil que es nativo, inofensivo y que debemos respetar. 

La serpiente Atractus crassicaudatus no debe confundirse con la homónima culebra Sabanera (Erythrolamprus epinephelus bimaculatus), la cual presenta el vientre de color rosado pálido en el que se intercalan escamas negras y rojizas, el dorso es de color verde con escamas negras, tiene franjas negras con escamas rojas, la lengua es negra. La culebra Sabanera puede alcanzar una longitud de 80 cms., también es nativa de la sabana cundiboyacense. Reside en pastizales de páramos, bosques húmedos altoandinos, en espacios ribereños cerca de la alta montaña. Suele estar en el suelo, entre la hojarasca, puede trepar a los árboles y nadar, en este hábitat busca alimentarse de ranas, renacuajos, sapos, insectos, lagartijas. Esta culebra puede introducirse en la tierra del suelo, hacer túneles con la intención de refugiarse y para escapar en caso de peligro. Tiene la capacidad de levantar la parte de anterior del cuerpo y aplanar las costillas del cuello con el propósito de intimidar a quienes la atacan, esta actitud no la asume la Atractus crassicaudatus

Orlando Beltrán M.

Bogotá, mayo 15 de 2023.

 

  

 

Bibliografía consultada.

Relatos de la fauna silvestre en Bogotá. Guía de campo. Primera edición, noviembre de 2019.  Bogotá. Secretaría de Cultura Recreación y Deporte. Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. 2019.

R. Felipe Patermina. Víctor H. Capera-M. “Atractus crassicaudatus-Serpiente sabanera.” Catálogo de anfibios y reptiles de Colombia 3(2): 7-13.  Consultado el 20 de noviembre de 2020.

www.colsalle.edu.co/web/index.php/noticias/91-la-serpiente-sabanera-

www.es.wikipedia.org/wiki/Atractus_crassicaudatus

 

 

 

Fotografías


Fotografía No. 1









Fotografía No. 2 








Fotografía No. 3

 







Vídeo
 
  

 










 

 





 

 


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