miércoles, 5 de octubre de 2016

Palabras algo poéticas.

Palabras algo poéticas.

Autor: Orlando Beltrán Moreno. 



!Oh, Icaro!

Icaro, ¿por qué no hiciste caso a las recomendaciones de tu padre Dédalo y ascendiste alto por los aires?
El aleteo prolongado y la radiación solar derritieron la cera que mantenía pegadas las alas hechizas a tu cuerpo;
éstas se desprendieron y caíste en picada al mar, colisionando contra el agua agitada y ahogándote.

Icaro, la satisfacción de estar libre, el orgullo y el placer de volar te obnubilaron;
olvidaste que tus alas eran endebles y que estaban pegadas con cera.
Dédalo las creó sólo para la fuga de la prisión del laberinto del rey Minos.
En recuerdo de tu muerte trágica ocurrida en este lugar se le llama Mar de Icaro.


 Bogotá, 2014-2015. 





La Luna con apariencia de banano.

 

Mira la Luna que esta noche hay en el firmamento.

Parece un banano allí suspendido de modo misterioso.

Dan ganas de agarrarlo, pelarlo, cortarlo en rodajas,

 regarlo en un recipiente con un poco de leche de la Vía Láctea.

Aderezarlo con avena en hojuelas, gotas de miel y unas fresas; mezclar y comer.

Muchos seres podrían participar de este refrigerio galáctico.

 

Bogotá, Enero de 2016.

 



 
 


Canto súbito y estimulante.

 

Al borde de la ventana de la habitación donde estudiaba vino a posarse un gorrión,

su parada fue imprevista, pasajera.

Oteó su entorno para percatar cualquier inconveniente.

Sacudió su cuerpo y lo irguió, emitió un canto en volumen alto.

Concluido éste, miró a un lado y otro, voló.

Canto armonioso el que brindó este tenor, sin pedir nada a cambio.

Como llegó se marchó.

Quieto lo escuché y observé desde el interior de la habitación,

conmovido y estimulado me ha dejado.

 


Bogotá, Mayo de 2016, Septiembre de 2019.  

 




El ciprés

 El ciprés que veo desde mi habitación

es verde, moreno, flaco.

              Aunque lo plantaron en una franja de tierra estrecha,     

               sin profundidad y entre límites sólidos, con un propósito ornamental,

su talla y porte inspira respeto.  

 

Crece lento, derecho, apretado, firme,

Las corrientes de viento lo hacen danzar, lo sacuden.

Cuando los rayos solares lo iluminan

proyecta una sombra delgada, alargada.

Pocas aves lo visitan e ingresan a su interior.

 

Vive solo, con severidad, sin arredrarse.

No se ha torcido, es noble, de madera buena.

Ha sabido enfrentar las circunstancias del espacio donde lo plantaron.

Persevera en vivir, continua desarrollándose, es tenaz.

 

Bogotá, noviembre de 2022

 





Maniquí

 Maniquí vestido semejando una mujer joven,

con el vestuario creado por modistas habilidosas para la temporada.

Maniquí arreglado para seducir y sugerir a los clientes:

“Señoritas, en este almacén que me exhibe en su vitrina

podéis comprar el vestuario y los accesorios que porto”.

 

Maniquí vestido semejando una mujer joven,

eres una armazón material, carente de espíritu, de sentimientos.

Así te vistan semejando una mujer joven no tienes vitalidad, inteligencia.

Eres un objeto simple, tieso, frío.

 El incendio que la mirada de una mujer guapa ocasiona, no lo generas.  

   

 Bogotá, diciembre de 2022





Flores

Esbeltas, bellas, perfumadas en el jardín.

Al cortarse fueron separadas de su fuente vital.

Hoy descansan mustias en el florero.


Así mi cuerpo en la silla,

donde me siento a leer, a escribir.

Al levantarme  me duele en diferentes partes,

las fuerzas, el ánimo están gastados.


La vida humana se consume,

 cada día que vivimos.

Nos acercamos al otro extremo,

 de manera ineludible.


Pero, podría sucedernos un corte abrupto,

en cualquier momento, en cualquier lugar. 

Terminar nuestra vida.


Bogotá, junio de 2023

 

  


Pasando

Pasa el viento estrellándose contra los muros y las ventanas, ululando.

Cae una llovizna cansona, fastidia y humedece lo que encuentra.

Pasa el mirlo con una ramita en su pico.

Pasa el joven con su perro, a caminar y a que efectúe sus necesidades fisiológicas.

Pasa una pareja de adultos, conversando, a realizar sus diligencias personales.

Pasan las moscas, con sus vuelos acrobáticos, tanteando las cosas en  las que paran.

Así, va pasando nuestra vida cada día: mirando, andando por aquí y por allá.

Hablamos, leemos, caminamos, negociamos;

 comemos y bebemos, hasta hartarnos.

Decidimos estar quietos, callados, reposar.

Pero, en cualquier momento las Parcas pueden asaltarnos.

 

Bogotá, agosto de 2023


 



Río Vicachá, sois un ser vivo.

Río Vicachá, los Muiscas sabían utilizar tus aguas, 

                    cuando vivían en libertad te apreciaban y hacían ofrendas.                   

Río has sido importante en la historia de Bacatá.


Pasas por estados diferentes, a veces el caudal de agua que llevas es flaco, fluyes mansito.

En otras se te observa más nutrido, agitado, fuerte.

 En las noches las luces de las bombillas del alumbrado urbano,

  las de la Luna y las estrellas se reflejan en tus aguas.

 Cuando llueve en los cerros orientales y en el centro de la ciudad el caudal es abundante,

 tu corriente es vigorosa, sonora.


Al caer en Bacatá un aguacero crecen tus aguas y ocupas toda la capacidad del canal,

 tus aguas braman, son impetuosas, llegas a rebosarlo,

los taludes de piedra y tierra de las rondas te contienen.

Al menguar la lluvia, río vuelven a fluir tus aguas menos revoltosas,

lentamente disminuye su volumen y te mueves calmado.

Tus aguas continúan su viaje hasta desembocar en el Río Grande.


Bogotá, diciembre de 2023





Malba. 

¡Malba que guapa que estas!
A pesar que brotaste en un terreno con escombros.
Erguida, esbelta y valiente se te observa,
a pesar que existes al borde de una calzada. 

Flor gracias por estar ahí,
alegra verte cuando transito.
El viento menea tu cuerpo, parece que saludas.
Sigo mi camino y repito: Malba que guapa estas! 

Bogotá, julio de 2024










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